El amor es el tema universal por excelencia. Todos y cada uno de los seres humanos que habitan este planeta -sin excepción alguna- ansían amar y ser amados. Porque el amor es un sentimiento innato, irracional y tremendamente adictivo.
El cine, que inevitablemente es un reflejo de la vida, siempre ha luchado por exponer las formas en las que el amor se representa en nuestra realidad. Desde el amor familiar, plasmado en la mayoría de películas de Disney, hasta el amor romántico, que tuvo un auge durante la época de los 2000 con títulos como ‘El diario de Bridget Jones’ o ‘Cómo perder a un hombre en 10 días’ , entre muchos otros.
Y es que, seamos sinceros, ¿a quién no le gusta, de vez en cuando, tirarse en el sofá y adentrarse en la vida amorosa de personajes ficticios con los que es facilísimo sentirse identificado? Además sabiendo que la gran mayoría de veces estas películas tienden a tener un final feliz. Si no te cuesta admitir que este es tu caso y te enorgulleces de ser un romántico empedernido, entonces no dudes ni un segundo más y corre al cine a ver ‘Materialistas’.



La nueva película de Celine Song, nominada al Óscar hace un par de años por el guion de ‘Vidas Pasadas’, nos presenta a Lucy, una ambiciosa joven que se dedica a emparejar a solteros neoyorquinos dispuestos a enamorarse. Aunque parece conocer todos los secretos ocultos tras las relaciones de pareja, y su nuevo novio Harry es el hombre perfecto, un reencuentro inesperado con John, su desastroso ex, le hará replantearse qué es lo que verdaderamente importa en el amor.
Si algo caracteriza a la autora y directora de ‘Materialistas’ es su sensibilidad a la hora de describir el amor moderno. Ya lo demostró en su anterior trabajo y, aunque esta nueva película es, sin duda, más mainstream, conserva la misma emotividad que ‘Vidas Pasadas’.
El ritmo pausado que se cuela entre las conversaciones que mantienen los protagonistas confiere más peso a las palabras que se dicen, invitando al espectador a transitarlas y empaparse de su significado. Porque nuestro día a día está lleno de silencios, pero los cineastas evitan incluirlos en sus películas por miedo a que el público pueda llegar a aburrirse. Sin embargo, Song se aleja de este pensamiento poco naturalista y sucumbe a estas pausas que dan un sentido mucho más humano a la descripción del amor. Porque cuando uno está enamorado, siente que el tiempo no transcurre con la misma rapidez, sino que se ralentiza.
Además de esto, la directora también hace un uso muy inteligente de los planos detalle de los rostros, los ojos o las manos de los actores, que tienen como finalidad hablar cuando las palabras no son suficientes. En conjunto con la banda sonora, nos adentran en el mundo interno de los personajes y hacen que sea inevitable identificarnos con lo que ellos puedan estar sintiendo.



Los tres actores, que componen el triángulo amoroso en el que se basa esta historia, realizan un trabajo impecable. Todos ellos tienen claro quiénes son sus personajes y hacia dónde se dirigen en el relato. Dakota Johnson da vida a Lucy, quien le viene como anillo aldedo, pues la actriz tiene un don para representar la complejidad que envuelve a la mujer contemporánea. Ella está magnética en este filme, no puedes dejar de mirarla. Por otra parte, Pedro Pascal saca a relucir sus encantos y, como es habitual en él, logra enamorarnos con una facilidad deslumbrante. Finalmente, y la que es para mí la mayor sorpresa de esta película, es la delicada y exquisita interpretación de Chris Evans. El actor, que nos tiene acostumbrados a papeles cómicos o de acción, demuestra una gran versatilidad y se come la pantalla en todas sus escenas. De este modo, construye un personaje emocionante, humano y lleno de capas.
Gracias a todos estos elementos, ‘Materialistas’ se convierte en la comedia romántica que no sabíamos que necesitábamos. Y no solamente porque resulte tremendamente entretenida, sino porque -al fin- un filme logra encapsular lo complicado que es el amor moderno. Esta película incluye todos aquellos temas que están a la orden del día: expectativas imposibles de cumplir, superficialidad desmesurada, obsesión por el dinero o miedo al compromiso. Y, aunque pienso que algunas subtramas emborronan el mensaje principal de la película y, por ello, hacen que ‘Materialistas’ sea un poco menos efectiva que ‘Vidas Pasadas’, es imposible negar que acabarás la película con ganas de confiar de nuevo en el amor.
En conclusión, Celine Song nos ofrece una comedia romántica de calidad: con la esencia de los 2000 pero adaptada a los dilemas amorosos actuales. Repleta de monólogos bien estructurados, interpretaciones cuidadas y con Nueva York como escenario de fondo. ¿Qué más se puede pedir? Te resultará imposible resistirte a los encantos de ‘Materialistas’.


