Al fin, vuelve la tercera entrega de nuestro erizo azul favorito. Una historia llena de emociones y sentimientos, pero con un rival a batir, capaz de fastidiar los planes Sonic, consiguiendo hacerle una competencia directa muy notable si hablamos de sus capacidades físicas y mentales.
En esta ocasión, una de las cosas más impactantes de esta pieza cinematográfica es la incursión del personaje de Shadow the Hedgehog. Una parte fundamental del engranaje de esta trama, cuyas apariciones fueron evolucionando, primero como villano y posteriormente como antihéroe, en esta franquicia de videojuegos proporcionada por el universo de SEGA.
La creación de este erizo rojo y negro, con cara de pocos amigos, pero con un corazón de oro se concibió en su momento como una forma de vida definitiva, capaz de ser un equilibrio entre el bien y el mal. Persigue a sus enemigos de una manera intensa, haciendo lo que de verdad desea con todas sus fuerzas a través de la venganza por la perdida de un ser querido; lidiando y luchando contra sus propios demonios. Cuenta con una capacidad increíble para plantar cara a Sonic, por medio de su velocidad, su fuerza y su inteligencia.
Esta nueva producción, dirigida una vez más por Jeff Fowler, sigue contando con dos actuaciones muy importantes llenas de carisma y experiencia. Siempre es un placer ver las participaciones de James Marsden y Jim Carrey, que pese a su veteranía, siguen en plena forma aportando a la historia una ración de aire fresco con una pizca de nostalgia.
La interpretación de Jim Carrey, por partida doble, como el doctor Ivo Robotnik «Eggman» es mágica y estelar. Dando vida al archienemigo de Sonic y absorbiendo todos los puntos de comedia debido a su amplio registro y a su espectacular dedicación. Es, sin ninguna duda, el punto más fuerte de la película.
En definitiva, esta nueva entrega de Sonic, hace que esta película sea un buen regalo para estas Navidades. Desbloqueando un recuerdo que tantas alegrías y buenos momentos nos ha proporcionado y que sigue vigente en nuestros corazones.