‘Los tigres’: De paseo entre transatlánticos

Alberto Rodríguez regresa a San Sebastián para presentar ‘Los tigres’, su nuevo thriller en el que Antonio de la Torre y Bárbara Lennie interpretan a dos hermanos que, trabajando como buzos, encuentran una salida a los problemas económicos y familiares de él al descubrir que un barco pasa cocaína por la frontera.

En ‘Los tigres’, Alberto Rodríguez vuelve a hacer una demostración de sus conocimientos como maestro del thriller y de la tensión, estirando cada escena hasta el punto exacto en el que pareciera que todo va a quebrarse. El alijo de droga resulta ser, prácticamente, un personaje más de la película. La cámara fluye bajo el mar de la misma forma que lo haría un tiburón, atacando en el momento exacto a su presa.

Sin embargo, como suele suceder en las últimas obras del cineasta, el guion es, tal vez, demasiado predecible. Pese a la buena construcción del conflicto y de los personajes involucrados en el mismo, la tarea de Alberto Rodríguez debería haber sido, quizás, la de dar una vuelta de tuerca a una historia arquetípica. Al basarse en el modelo de estructura convencional, las acciones en las que la tensión debería prevalecer quedan opacadas por una respuesta final de la que el espectador ya es conocedor antes de tiempo.

En ese sentido, ‘Los tigres’ se acerca mucho más a ‘Modelo 77’ que a ‘La isla mínima’, que a día de hoypuede seguir considerándose como su mejor película. Se trata de una película con una factura técnica impecable (ese transatlántico que cruza la bahía y se convierte en un escenario especialmente imponente) y con una dirección acertada, pero con una falta de sorpresa que perjudica al producto final.

Y aún todo esto, creo que debe destacarse un aspecto esencial de la obra. El escenario marino, más allá del propio transatlántico chipriota, aporta un valor estético impresionante. Las escenas marítimas (tanto encima de los barcos como debajo de ellos) resultan espectaculares, violentas, agobiantes y abrumadoras y consiguen que, aunque el espectador conozca cómo finalizará la historia, quiera quedarse a observar cómo Alberto Rodríguez ha decidido filmarla.

Sin duda ‘Los tigres’ no es la mejor película del autor. Tampoco lo será de la competición oficial de la 73ª edición del Festival de San Sebastián; pero acaba por encontrar un valor diferencial que consigue transformar la película en algo a lo que prestarle atención.