Son completamente merecidos todos y cada uno de los reconocimientos que recibe año tras año el cine de animación. Lo que empezó siendo un lienzo a mano alzada que se vio absorbido por las capacidades de un ordenador, ha traspasado barreras que creíamos que eran difíciles de superar.
Lo bonito de esto, es que hay múltiples de posibilidades de contar una historia utilizando la técnica animada, retroalimentándose entre las propias películas que se nota que unas aprenden sobre las otras y mostrando además un guion y unos personajes que nos atrapa sin necesidad de ser de acción real.
‘Flow’ es de esas obras que nutren este tipo de cine y que sirven de referencia para aquellas que están por venir. Pero lo más complejo de todo esto es que ‘Flow’ se trata de una película de animación independiente renderizada con un software libre de código abierto, vamos, que ha sido posible hacerla con un solo ordenador con un programa gratuito para no elevar así el presupuesto de la película.


‘Flow’ cuenta cómo un gato solitario busca un refugio tras haber perdido su casa debido a una gran inundación, coincidiendo con animales de varias especies que huyen del peligro de ahogarse y a los que debe unirse si quiere sobrevivir.
Aunque la película toma de protagonista a un gato, es la naturaleza quien toma las propias riendas de la cinta. Como si fuera un mundo aparte. Como si ‘Flow’ no estuviera hablando del planeta Tierra. Como si lo que se contara no fuera con nosotros. Y ahí está el mensaje.
Su estilo de animación 3D simula haberse grabado con cámara en mano aportando a los planos esa sensación de desequilibrio en los momentos más tensos. A pesar de ser una película sin diálogos, no necesita palabras para que el espectador y ‘Flow’ se unifiquen en una sala de cine.
Hay muchas maneras de expresar el dolor, el miedo y la incertidumbre y, en este caso, basta con varios animales de distintas especies capaces de dejar de lado sus diferencias haciendo de la fraternidad su salvación.
‘Flow’ es de esos viajes difíciles, pero necesarios que redescubren a las personas -en este caso a los animales- y a uno mismo con el fin de ver la vida de otra manera.