Desde hace mucho, Alberto Casado y Rober Bodegas son Pantomima Full, pero ahora son ‘Entrepreneurs’ los gurús más vendehumos que cualquier emprendedor desearía para saciar su sed de promesas de futuro. Disney+ acoge la nueva creación del dúo cómico que, tras años realizando sketches en redes sociales donde ponen en duda situaciones cotidianas a través de la parodia y el humor, dan un paso más para convertirlos en una serie que, desde hoy, ya está disponible en la plataforma.
‘Entrepreneurs’ cuenta una historia diferente cuyo humor constante baña la serie de un tono muy agradable y el cual no se separa ni distingue de lo que Pantomima Full venía haciendo. Y creo que eso es la base para que todo fan del dúo cómico permita seguir viendo ‘Entrepreneurs’, más que como una nueva serie de humor, como una versión extendida del universo paródico que crearon en internet hace casi 10 años.
Es una obra pionera en este tipo de contenido ya que apenas acostumbramos ver este tipo de balance social en televisión más que en subtramas apenas desarrolladas que no definen el daño que este concepto pueda llegar a hacer a los más jóvenes usuarios de las redes sociales. Y, a pesar de que el guion sea divertido, escenarios acogedores y una narrativa fresca, lo que hace a ‘Entrepreneurs’ ser única son sus personajes. Y no solo los de Alberto Casado y Rober Bodegas, que están inmejorables en unos papeles en los que se les ve realmente cómodos. Además, los tres primeros episodios los dirige Álex de la Iglesia, ¿hace falta algo más para garantizar el éxito de una serie?



Casado y Bodegas hacen de Jacobo y Gonzalo, unos autoproclamados gurús socios creadores de un coworking de emprendedores que tratan de dar lecciones a freelancers garantizándoles el éxito laboral y personal a través de un modelo de trabajo poco convencional. Aura Garrido brilla en su misión de vigilar el nuevo negocio de su hermano Gonzalo del que no ve más que puntos negativos y, a pesar de de ello, debe apostar por él para que sea mínimamente rentable. Gonzalo De Castro hace lo propio con un personaje asentado en su riqueza y cansado de pagar los negocios de dicho emprendedor ofreciéndole una nueva oportunidad confiando en esa nueva idea por la que se ve seducido. Victoria Martín, Luis Bermejo, Aníbal Gómez o Lalo Tenorio son algunos de los personajes que se incorporan a la plantilla de visionarios de un futuro de éxito con unas líneas de guion muy completas siendo cada uno muy diferentes y haciendo de la serie un espacio singular.



Los dos gurús sueñan con ser referentes para los autónomos que conforman ese espacio de trabajo y lograr motivarles para que su negocio sea un éxito. Y es ahí, en el primer episodio donde conocemos todo esto, que se nos plantea una duda primordial como espectadores: ¿queremos que los dos protagonistas consigan su objetivo? Porque en toda película y toda serie, empatizamos con sus personajes principales convencidos de que el sueño que se les presenta al principio van a ser capaces de cumplirlo. Pero claro, por muy divertidos que nos parezcan, confiamos en que su objetivo sea darse cuenta del poco fundamento que tienen sus intenciones y que la serie termine arrebatándoles esa idea dándoles una lección para que dejen de ser los antagonistas de la historia que se parodia.
Sin embargo, como fortuna para ‘Entrepreneurs’ y para que la respuesta a la comentada cuestión sea más fácil de obtener, el trabajo de estos vendehumos comienza a ser cuestionado por la gente a la que ellos deben convencer. A través de charlas o conversaciones internas, vemos cómo el tono cómico de la serie (sin tratar de alejarse de él) se mueve por esa crítica social ante la explotación laboral y modelos de trabajo basados en un sobreesfuerzo actual para el triunfo en un futuro a muy largo plazo.
‘Entrepreneurs’ es una muy buena serie, necesaria, de hecho, tanto por la decisión de manifestar la inquietud de estas situaciones laborales, como por las vibras divertidas que logran transmitir. Porque ‘Entrepreneurs’ no serán tus futuros jefes, pero sí tu próxima serie que maratonear.


