‘Amores Brujos’: Una reflexión poética

El arte es una de las expresiones más bellas de la vida que, además, crea cultura y nuevas formas de entenderla. El esfuerzo por llegar a construir algo tan grande que se separe de la cotidianeidad se comprende de muchas maneras, pero solo el reconocimiento es aquello que lo hace aún más valioso. Porque ¿de qué sirve crear por crear cuando el mérito no lleva tu nombre? ¿Es que no es uno digno de sentirse libre creando?

Las figuras de María Lejárraga y Manuel de Falla se unen en una expresión artística que elevan su arte a la máxima potencia manifestando la influencia que un día dejaron. Lejárraga publicó su obra bajo el nombre de su marido Gregorio Martínez Sierra y escribió el libreto de ‘El Amor Brujo’, obra cuya composición vino de la mano de Manuel de Falla. ‘Amores Brujos’ se estrena este 13 de junio convirtiéndose en la primera película española cien por cine accesible en todas sus sesiones. 

Lucía Álvarez se encarga de dirigir y protagonizar este título combinando la pasión por resaltar el corazón de la película y ser su propio alma ofreciendo al espectador una experiencia muy bonita para conocer esta etapa de la cultura que tanto ha marcado en la historia. En su faceta actoral, parece haber demostrado su interés en reflejar esa huella tapada de María Lejárraga apoyada por sí misma en su propia dirección para que no sea una simple representación humana, sino una reflexión poética. Jesús Barranco, en su papel de Manuel de Falla, hace lo propio con su personaje en esa ilusión de recrear cuadros flamencos creando un tándem perfecto con aquella compañera cuya amistad fue esencial para el nacimiento de El Amor Brujo.

‘Amores Brujos’ nos permite sentirnos igual de cómodos que en una butaca de teatro, pero con la posibilidad de ir más allá y ofrecer esos planos y esa composición artística que solo el cine puede ofrecer. Además, cuando la prosa se convierte en verso, se crea una atmósfera que atrapa y da a la película esa calidez que la hace única.