‘Volveréis’, de Jonás Trueba: La ¿celebración? ante la apatía del alma

Jonás Trueba presenta el que es su octavo largometraje como director. A sus espaldas, un bagaje extenso y prolífico que lo confirma como uno de los directores del momento en nuestro país (y que posiblemente mantenga esa condecoración durante mucho tiempo). En Volveréis vuelve a explorar la vida cotidiana de las personas normales, esa a la que tanto teme el conocido como cine con grandes mayúsculas.

Volveréis cuenta la historia de una pareja que, después de quince años de relación, decide separar sus caminos de forma consensuada. Para ello, Ale y Alex (unos impresionantes Itsaso Arana y Vito Sanz) deciden seguir un extraño ritual descrito por el padre de ella: hacer una fiesta para celebrar la ruptura, pues no deberían ser las uniones las que merezcan una celebración, sino las separaciones.

Me fascina la manera que tiene Trueba para transmitir la indecisión y las inevitables dudas que un acto de valentía como este puede acarrear. La complicidad entre ambos – ya – examantes rima de forma antitética con la falta de sexualidad y deseo que de ninguna forma implica falta de amor. Ese sentimiento complejísimo en el que quieres a alguien sin desearle y, de alguna forma, necesitando estar lejos de él se construye alrededor de ambas personas de una forma tan divertida como dolorosa. Y real, sobre todo real.

‘Volveréis’ es una de las mejores películas de Trueba y, como consecuencia, una de las mejores películas de este año en España (si es que no es la mejor, directamente). Un juego de metaficción en el que el director observa tanto su propia vida como las de las personas que le rodean, creando así un puzzle inequívoco que, inevitablemente, acaba por convertirse en una obra maestra. Siempre en el barco de Jonás, Itsaso y Vito.