El nombre de John Carpenter habla por sí solo. Un creador innato, padre de obras magnas como Halloween, Escape de Nueva York, o la Cosa. Un hombre que no consiguió la aceptación esperada en muchas de sus obras, pero esto no evitó que pasarán a la historia como obras de culto que cualquier cinéfilo mínimamente experimentado debería de ver al menos una vez en su vida. Una de estas obras es, ni nada más ni nada menos, que la mítica cinta de ‘They Live’, una obra transgresora que ofreció una feroz crítica hacia el sistema económico y político presente en los Estados Unidos, algo arriesgado para su época.
La obra nos presenta a John Nada, un pobre currante que busca desesperadamente un empleo tras ser afectado por la recesión económica de 1980, situación que comparte con otros millones de estadounidenses. La situación es muy desfavorable; la mayoría de las empresas no aceptan empleados, y las pocas que lo hacen ofrecen arduos trabajos muy mal remunerados. Durante sus travesías, obtiene un empleo como peón dentro de la construcción, y conoce a Frank Armitage, uno de sus compañeros, quien lo lleva a un asentamiento ubicado a las afueras de la ciudad. Un recinto cochambroso, donde cientos de ciudadanos son obligados a subsistir debido a su baja renta económica.



A medida que se desarrolla la cinta, podemos ver cosas que no cuadran. Mensajes ocultos que se superponen dentro de los programas, personas dentro del campamento que actúan de forma extraña, y asentamientos ocultos que guardan gafas de sol, mensajes crípticos, y curas ciegos que hablan sobre una verdad oculta. Aquellas teorías vacías empiezan a cobrar fuerza cuando las fuerzas del orden destrozan esa guarida, junto con su hogar, y con todo aquel que consideren mínimamente sospechoso. Este evento siembra la duda en el constructor, quien decide volver a esa misma guarida, comprobando que todos esos elementos extraños que conformaban la vivienda habían desaparecido sin dejar rastro, incluyendo el mensaje que había escrito en una de las paredes: «Nosotros dormimos mientras ellos viven»
Lo único que permaneció en ese lugar fueron las mismas gafas que estaban guardadas, ocultas a simple vista. Curioso, John decide llevarlas, y prueba a ponerselas. Un acto simple, que le revelara la verdadera apariencia que su mundo mantiene oculta; mensajes subliminales colocados sobre los anuncios y carteles dispersos por toda la ciudad. Frases que instan a su consumidor a vivir de una forma determinada. Seres horrendos que se camuflan bajo la apariencia de personas corrientes. El protagonista es incapaz de asimilar correctamente esta verdad, y acaba causando un disturbio, donde acaba con la vida de algunos de estos extraños engendros. Como es evidente, es superado en número, y se ve forzado a huir, obligando a una mujer llamada Holly Thompson a llevarle hasta su propia casa. Intenta explicarle la verdad que ha visto ahí afuera, pero es agredido y defenestrado por esta fémina antes de que pudiera mostrarle alguna prueba, cayendo colina abajo, y obligando nuevamente a nuestro protagonista a huir.



Durante el trayecto, vuelve a encontrarse con Frank, pero este decide ignorarlo, dado que su amigo está siendo buscado por su reciente acto de rebeldía. Debido a esto, vuelve al lugar donde guardo todas aquellas gafas, y busca a su amigo para mostrarle la auténtica realidad que existe ahí afuera. Tras una larga pelea, Frank consigue ver aquello de lo que era advertido. Aterrado, comprende que tiene que hacer algo al respecto, por lo que, junto a John, van en búsqueda de más personas decididas a rebelarse contra ese sistema. No tardan en toparse con la resistencia, quienes les informan sobre el propósito de esos monstruos; alienígenas que buscan agotar sus recursos, aprovecharlos al máximo, para abandonar su planeta una vez hayan acabado de exprimirlo.
Saben que consiguen camuflar su presencia mediante una señal emitida a través de todos los televisores, proyectada a través de una antena ubicada en la azotea perteneciente a la mayor cadena existente en el mundo, en la cual trabaja Holly, quien también se ha sumado a ese movimiento. Pero antes de que pudieran llevar a cabo su plan para destruirla, los rebeldes son asesinados por la policía, quienes acaban con la mayoría de sus miembros. John y Frank, acorralados, se refugian en un callejón, aunque gracias a la tecnología de los alienígenas, consiguen llegar hasta su base secreta. Ahí observan, en primera línea, como la mayoría de políticos y oligarcas mundiales han sido manipulados por estos crueles extraterrestres. No es otro más que un humano, uno de su misma especie, quien intenta convencer a John y a Frank para someterse a sus nuevos amos.
Pero la temeridad de ambos excede por completo cualquier intento de persuasión, por lo que deciden abrirse a tiros contra toda criatura que vean en su camino, hasta llegar a la azotea, donde se encuentra la antena. Durante su trayecto, son traicionados por Holly, quien asesina a Frank, y amenaza a John para que se rinda. Pero lejos de aceptar vivir en ese corrupto sistema, el protagonista decide dar su vida, para mostrar a todo el mundo la verdad sobre el corrupto gobierno que dirige sus vidas, y darles una posibilidad, para que sean capaces de derrocarlos.
‘They Live’ es una clara disección hacia la decadente sociedad estadounidense, que asentó un género de películas que no buscaban ocultar los numerosos errores cometidos por su país. No fue la primera película en ofrecer una crítica abierta hacia el gobierno o el sistema capitalista, pero destaca por su visión acida, visceral sobre el gobierno, ademas de sus toques de humor negro que pretenden parodiar alguna de las vivencias que muchos tienen que aguantar durante su día a día. La película destaca a la televisión como el principal elemento manipulador; una caja tonta, cuyos mensajes están al alcance de todas las clases sociales.
Mensajes que nos instan a trabajar más para comprar productos que no necesitamos, para enseñarnos estilos de vida que no podemos permitirnos, para mostrarnos que, teniendo dinero, todos nuestros problemas e inquietudes serán reducidos a simples banalidades. Estos mensajes también son transmitidos a través de anuncios ubicados a lo largo y ancho de la ciudad; propaganda que nos insta a tener hijos, a casarnos, a tener un empleo, a contribuir a esa corrupta sociedad, todo ello camuflado con coloridas imágenes y con ingeniosas frases. Debo añadir que, me parece ciertamente curioso el hecho de que los principales antagonistas sean alienígenas; amos silenciosos ocultos entre nosotros, fríos y calculadores, que son únicamente leales a sí mismos, y cuyo único objetivo es enriquecer su mundo a costa de arrasar otro. ¿No les suena eso igual que ciertas clases sociales?



John y Frank brillan dentro de la cinta debido a su papel liberador. No son más que dos obreros, el escalón más bajo dentro de la cadena. Pero aun así, gracias a su determinación, se las arreglan para descubrir los secretos más ocultos de su sociedad, y luchan con puños y dientes para acabar con ese sistema por el que tanta gente se ve oprimida. Su compañerismo puede hacer alusión a los mensajes iniciales del comunismo, que planteaba una unión del proletariado para acabar con la superestructura instaurada por el capitalismo, aunque, contrario al resto de estos escritos, los obreros no instauran un nuevo gobierno, sino que dan sus vidas para permitir que otras personas despierten del largo letargo al que han sido sometido durante tanto tiempo. Ya lo dice el mismo título de la cinta: «Nosotros dormimos mientras ellos viven».
En resumidas cuentas, ‘They Live’ es una cinta simple, pero con un mensaje efectivo. Un feroz análisis que pretende mostrar al mundo las partes podridas del tan ansiado sueño americano. De cómo las altas élites se benefician de ingresos ajenos, mientras hay personas que apenas son capaces de llevar un cacho de pan a su boca. No obstante, como buena cinta estadounidense, John
Carpenter nos regala un final optimista tras el cierre de esta cinta. Un final en el que los obreros dejan de lado sus diferencias, y se unen para acabar con la opresión a las que son sometidos por una minoría ambiciosa y egoísta.


