‘Nouvelle Vague’: lleva el mismo realismo que Godard usa en sus películas

Una película sobre cinéfilos, para cinéfilos. Probablemente os hará sonreír de principio a fin si, como los personajes, sois aficionados del cine. Un bello homenaje a Godard, aunque no se trate de una película provocadora. Es un film que presenta personajes reales, en un mundo real, decorado de ficción gracias a su cinematografía inspirada en la ‘Nouvelle Vague’. No hay cámara en mano para Richard Linklater, sino planos fijos en un formato que evoca los años sesenta. Es casi como estar allí. Nos encontramos a la vez dentro y fuera de ‘À bout de souffle’, la primera película del crítico de los Cahiers du cinéma.

Al escuchar hablar a Godard, podríamos sentirnos con derecho a criticar todos los aspectos del film que no nos convencen, pero esta obra no le pertenece: es la de un director moderno, la de Linklater.

Entonces, ¿qué decir? ¿Que es buena? ¿Que es mala? Al verla, entendemos que los criterios que hacen que una película sea buena o mala pertenecen únicamente a la época en la que el espectador la mira. Godard probablemente se sentiría escandalizado al ver que una película titulada ‘Nouvelle Vague’ no rompe por completo con las normas establecidas sobre cómo hacer cine, pero eso ya no es posible. Lo que muestra es inspirador: demuestra que es posible hacer una película “dégueulasse” y que aun así sea la mejor de una década, simplemente porque se cree en una visión.

Godard mismo es dégueulasse. Es arrogante y egoísta, casi despreciable, pero es un artista. Un visionario. Un creador que sabe demasiado, todo sobre todo, algo que sus actores no dudan en recordarle burlándose de él en pleno rodaje. A él no le importa: no sabe exactamente como llegar adónde va, pero va. Una película filmada en veinte días y un legado para siempre. Un rodaje improvisado, guiado únicamente por el instinto de un solo hombre. Un hombre que se dedica a criticar películas que nunca son lo suficiente buenas. ¿Está satisfecho con la suya? Quizá sí, pues afirma que no ha hecho una película. En una escena, un transeúnte le pregunta: “¿Qué están rodando?” A lo que él responde: “Un documental. Sobre Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo rodando una película.”

¿No es ‘Nouvelle Vague’ en sí mismo un documental sobre Jean-Luc Godard rodando una película? Quizá lo que hemos tenido la suerte de ver en este 75º Festival de San Sebastián es meta meta cine. En cualquier caso, la experiencia es enriquecedora, porque es a la vez informativa y entretenida. El retrato de Godard es justo porque lleva el mismo realismo que este usa en sus películas.