Hay películas de superhéroes que buscan la excentricidad de sus personajes para sentirse poderosas, radiantes, atractivas… Un superhéroe no es lo suficiente “super” si no eleva al máximo sus poderes salvando a la población gracias a ellos incluso descubriendo nuevas habilidades gracias a llevarse a sí mismo a su propio límite. Pero también hay películas que buscan la parte más humana y más trascendental para sentirse fantástica.
Con ‘Los Cuatro Fantásticos’ había cierta incertidumbre ya que veníamos de otros proyectos que no habían llegado a funcionar del todo a pesar de ser uno de los grupos más queridos de los cómics. Sin contar con la producción de 1994 que nunca vio la luz, el grupo de superhéroes tuvo su primera adaptación en 2005, 2007 y un reinicio en 2015 que fue incluso peor acogida que las anteriores. Teniendo en cuenta que ‘El Multiverso de la Locura’ presentó a otro Mr. Fantástico, parecía que nunca llegaríamos a tener a una familia fantástica estable sin ir bailando entre historias ni actores.
Recientemente, se puso toda la carne en el asador presentando a Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Joseph Quinn y Ebon Moss-Bachrach como los nuevos Cuatro que se unirían al Universo Cinematográfico de Marvel y serían clave para los próximos eventos que definirían la continuidad de la franquicia. Una continuidad marcada por un villano cuya existencia solo se justifica con la de Los Cuatro Fantásticos. Sin embargo, ‘Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos’ funciona como una película solitaria que no necesita de otras para entenderse, disfrutarse y sentirse novedosa.



Lo más grande de todo esto es que, sin conocerlos, ya los amábamos. O igual amábamos a sus actores por papeles simbólicos en otras franquicias de éxito, pero era el impulso que necesitaba la audiencia para que creyéramos que fuera posible su asentamiento en Marvel Studios. Era una apuesta casi segura que, junto con un marketing excelente, Los Cuatro Fantásticos han estado y van a estar en boca de la gente durante mucho tiempo.
‘Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos’ es el resultado de una larga reflexión sobre el porvenir del UCM porque parece haber aprendido de sus errores y tiene todo lo bueno de las ultimas entregas que triunfaron entre la crítica. Tiene la estética retro que funcionó en ‘Wandavision’, el guion potente que hizo grande a ‘Thunderbolts*’ y la innovación que llevó a la cima a los ‘Guardianes de la Galaxia’.
No necesitamos haber visto otra película para entenderla, pues, aunque se ambiente cuatro años después de haber recibido sus poderes, nos cuenta brevemente y con todo detalle su origen para adentrarnos de lleno en sus misiones que salvan el planeta de cualquier amenaza. ‘Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos’ se atreve a desafiar las leyes de la Física ofreciéndonos un viaje por la galaxia que, a pesar de que nos pueda llegar a dar pistas de lo que vamos a ver, lo que descubrimos es una sorpresa. Además, descubrimos el lado más íntimo de los personajes para que la sensibilidad y humanidad sea lo que los defina, así como una historia sólida que será referente para próximas entregas de Marvel.



Pedro Pascal, el más aclamado por la audiencia, era el actor más esperado para su papel de Reed Richards. Pascal tiene brillo, tiene aura, tiene todo lo que hace posible que le veamos en menos de un año protagonizando títulos reconocidísimos como ‘The Last Of Us’, ‘Gladiator II’, ‘Eddington’ o ‘Materialists’ y le digamos sintiendo único, como nacido para su papel. Además, ese Mr. Fantástico al que interpreta va un paso más allá y no emplea únicamente su elasticidad para derrotar a Galactus, sino su ingenio para demostrar que es el hombre más inteligente del mundo, tal y como nunca antes se había visto.
Vanessa Kirby, por su parte, hace de Sue Storm uno de los superhéroes más potentes de Marvel y uno de mis personajes favoritos de la película -por no decir el que más-, aportando coraje y corazón a partes iguales.
Joseph Quinn recoge el testigo de la Antorcha Humana con la misma personalidad con la que le recordábamos. Es cierto que aquí era difícil suplir la imagen de Chris Evans, tanto por lo ligado que llegó a estar con las películas de Marvel, como por el carisma de su personaje, pero Quinn termina convenciendo porque lo mantiene sin intención de rediseñar nada.



Desde que vi el primer tráiler, lo que más me convenció fue el aspecto de La Cosa, pues era lo más parecido posible a su diseño en las viñetas de los cómics. Ebon Moss-Bachrach consigue hacer de él y de Ben Grimm un superhéroe impecable, cómico, sentimental y más humano de lo que algún día fue.
Me gusta la unión de Los Cuatro Fantásticos con la población. Tienen una relación muy bonita de admiración mutua y protección que les convierte en equipo actuando siempre con transparencia sin dejarse un mínimo secreto que les haga evitar una confrontación. Y en ‘Los Cuatro Fantásticos’ veo una cosa que en pocas película se ve: el respeto por sus héroes. Se puede discrepar, se puede quejar, se puede sufrir por la decisión de los mismos, pero también se debe escuchar y confiar.
Sin embargo, sigue habiendo una tarea pendiente que, con el paso de las películas, a veces parece resuelta y otras no. Me refiero al CGI y la manera en la que, en las escenas más tensas, es capaz de sacarnos y que nos chirríe. Pero no hablo ya de La Cosa sujetando en brazos a un bebé, sino de personajes en primer término cuyo fondo se siente mal integrado o planos que parecen duplicados.
La forma en que ‘Thunderbolts*’ introdujo esa nueva manera de tratar a sus personajes dándoles un guion sólido cediendo más a su naturaleza que a sus poderes, es una fórmula que ha seguido ‘Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos’ porque funciona y porque supone una nueva mirada a todo esto de los superhéroes. Porque ‘Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos’ es algo grande: es una película para recordar.


