En un panorama en el que las sagas y las revisiones de los clásicos son el pan de cada día, una nueva secuela (si es que se puede catalogar como tal) del clásico de Leslie Nielsen y Priscilla Presley puede parecer, a primera vista, una demostración más de la falta de originalidad del Hollywood actual. Y en realidad, esta nueva versión protagonizada por Liam Neeson y Pamela Anderson tampoco difiere tanto de su predecesora pero, precisamente por ello, es arriesgada y funciona a la perfección.
La forma en la que cualquier otro hubiera abordado este reto podría ser la de intentar destruir parte de la esencia original y crear algo único para redefinir el mundo de la saga y generar un nuevo universo cinematográfico; pero pese a formar una nueva historia con personajes y tramas relativamente diferentes, ‘Agárralo como puedas’ no innova demasiado en ese sentido y ese es el gran valor de la obra. Hoy en día es complicado ver en la gran pantalla una comedia absurda que encadene cientos de gags uno tras otro y aunque, esto pueda parecer fácil, la realidad es que en 2025, reírse tal y como uno lo hace viendo la película es un valor de originalidad difícil de encontrar.
La nueva versión de ‘Agárralo como puedas’ es Buster Keaton, Charlie Chaplin, Mel Brooks pero, sobre todo, es Leslie Nielsen y esto son palabras mayores. Liam Neeson pasa de ser ese actor maduro que solo realiza películas de acción un tanto pobres a un actor tremendamente divertido y que entiende a la perfección el ritmo de los chistes que realiza, encontrándose con un universo que encaja al dedillo con su forma de entender el cine.
Por su lado, Pamela Anderson se convierte en una especie de femme fatale cómica que desprende no solo la sensualidad de una femme fatale propiamente dicha, sino un desparpajo a la hora de divertir al público que no habíamos visto antes en la actriz. Y es que la química entre ambos intérpretes traspasa la pantalla, dejando entrever lo buena pareja que hacen tanto en la ficción como fuera de ella.
Y como toda buena comedia, por muy absurda que pueda parecer, aporta un valor crítico a la sociedad en la que vivimos. Los azotes a los magnates tecnológicos de Silicon Valley son constantes (esa similitud de Richard Cane con los Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y, sobre todo, Elon Musk), reiterando que, el mundo que ya dejamos atrás, ese en el que Agárralo como puedas funcionaba casi como un espejo de la sociedad era, efectivamente, mucho mejor que el actual. Larga vida a la comedia.