Me pasa una cosa con las películas que dependen de una segunda parte para ser entendidas. Y es que concibo el término “película” a todo aquello es cuenta una historia completa en un guion de 120 páginas. A veces son más, otras son menos, pero la narrativa debe ser demasiado buena como para que me interese verla de manera capitulada.
Me pasó con ‘Dune: Parte 1’, la cual reconozco como una obra maestra, pero basó gran parte de la trama en prepararnos para su continuación, que hasta que no vi ‘Dune: Parte 2’, no pude saber si la primera me había gustado. Sin embargo, la saga de Harry Potter cuenta con un final dividido en dos películas, pero ya veníamos de otras seis que habían reclutado a un público que le sería fiel a esas ‘Reliquias de la muerte’.


‘Wicked’ propone la misma fórmula de ‘Dune’, pero esta vez la diferencia entre sus dos partes no será más que de un año. Aun así, interceptar la atención del público no ha sido tarea muy difícil gracias al éxito del musical, el buen marketing, el mundo de Oz y Ariana Grande.
Basada en las historias de ‘El Mago de Oz’ y los libros que la preceden, ‘Wicked’ está ambientada en la Tierra de Oz, antes de la llegada de Dorothy por culpa de un tornado. Ariana Grande en el papel de Glinda reúne a los habitantes de Munchkinland para festejar la muerte de la Bruja Mala del Oeste y contarles la historia de cómo se conocieron. En ese entonces, La Bruja, interpretada por Cynthia Erivo, aún conservaba su verdadero nombre: Elphaba Thropp y su aspecto verde no fue bien recibido cuando ingresó en la Universidad de Shiz, donde Glinda la desprecia y lleva al límite comportándose con egoísmo y soberbia.


La cinta cuenta con algún toque de humor sin salirse de la órbita de fantasía que propone al principio jugando bien sus cartas con todos sus personajes que, sus interpretaciones teatralizadas dan esa originalidad a la película manteniendo la esencia con la que fue creada para ser disfrutada en un teatro.
No me da la sensación de que cuente algo nuevo, pero la espectacularidad del resultado es cómo lo cuenta. Los escenarios van acorde a una película de estas dimensiones acompañando a una muy buena banda sonora. Porque lo mejor de todo es que ‘Wicked’ consigue lo más valioso de un musical: que las canciones sean recordadas.