‘Tres adioses’: consigue por fin volver a hacernos sentir la magia

Dice el actor Francesco Carril en una entrevista que “siempre que hablamos de la muerte, inevitablemente, aparece la vida”. Como si fuera fácil alentar al público a que ame su existencia mediante una película cuyo tema principal son las despedidas. No, definitivamente, esta no es una tarea sencilla, pues está únicamente al alcance de artistas emocionalmente inteligentes. Isabel Coixet, con sus ‘Tres Adioses’, nos demuestra que pertenece a este último grupo.

’Tres Adioses’ comienza contando la historia de la ruptura amorosa entre Marta (Alba Rohrwacher) y Antonio (Elio Germano) tras tres años de relación. Ambos lidian con la nueva soledad a su manera, pero los acontecimientos dan un giro inesperado cuando ella descubre que tiene problemas de salud. Es entonces que los protagonistas cambian el foco emocional y se replantean su lugar en el mundo.

Coixet firma, en mi opinión, su mejor película desde ‘La vida secreta de las palabras’ gracias a un guion rico, elocuente y tremendamente humano. Su trabajo tras la lente es fresco y sensible. Liberándose de las grandes pretensiones, la directora hace un llamamiento a la vida y todos aquellos planes inesperados que esta tiene preparados para nosotros.

‘Tres Adioses’ es un pastel cocinado con gran mimo. La cineasta catalana se muestra mucho menos dispersa que en sus trabajos más recientes y hace de cada pequeño detalle algo esencial. Los primeros planos, las transiciones, las tramas secundarias o la música son solo algunos de los ingredientes de calidad que forman esta sabrosa obra cinematográfica.

Destaca además el trabajo de los dos actores protagonistas, quienes entienden el dolor que provoca el desamor y lo transmiten sin endulzarlo. Rohrwacher crea un personaje entrañable sin caer en ningún tópico, sino simplemente dejándose llevar por lo que Marta vive en cada momento. Completan la película los actores secundarios, que están en total sincronía con el universo creado por la directora y aportan puntos de vista tiernos a la historia. Francesco Carril demuestra, una vez más, su gran inteligencia actoral. Él crea un personaje entrañable del que no vas a poder evitar enamorarte.

En conclusión, Isabel Coixet demuestra en ‘Tres Adioses’ porqué es una de las directoras más especiales -con todo lo bueno y malo que este adjetivo implica- de nuestro cine. Al mostrarse vulnerable pero consecuente, consigue por fin volver a hacernos sentir la magia.