Por fin llega a Movistar+ el documental sobre una de las grandes figuras del momento: el campeón de la UFC, Illia Topuria. Un luchador que inició un camino personal desde lo más bajo hasta tocar la gloria con las manos a través de un proceso mental y físico muy complicado; solucionando problemas muy difíciles y haciendo frente a cualquier tipo de adversidad.
Esta pieza audiovisual que, en algunos casos, podría funcionar perfectamente como una película, es un reflejo de una pasión que va más allá de lo deportivo. Se centra, en mayor parte, en todo ese proceso de adaptación y cambios que tiene que soportar el cuerpo humano para cumplir con las promesas impuestas desde un principio, dejando ver que el mismo objetivo, se convierte en una obsesión y una pesadilla a partes iguales.



Sí que es verdad que hay una parte que es todo marketing y espectáculo donde la figura del Matador parece la del mismísimo Rocky Balboa, por toda la repercusión social que representa y todo el círculo mediático que se forma alrededor de ella. Pero esto, no deja de formar parte de un conjunto que empieza siendo el sueño de un niño, hasta que finalmente se convierte en una rutina y una obligación.
Todo esto, es algo más sencillo con el apoyo incondicional de la familia, el entorno y todas las personas que intentan ayudar y hacer algo más fácil este sendero lleno de piedras y complicaciones que, debido al respaldo de los seres queridos, puede llegar a ser un itinerario más estable y liviano.
Es un documental para disfrutar del éxito de este campeón. No hace falta ser un aficionado extremo de la UFC para entender y ponerse en la piel de Illia Topuria. Lo único que hay que hacer es admirar todo el recorrido conseguido a través de los sentimientos y la autoestima.


