Hace ya 8 años que este oso tan adorable llegó a la gran pantalla para llevar a todas las familias del mundo a vivir experiencias basadas en una palabra, que hasta ahora es clave en estas historias protagonizadas por uno de los capitanes más valientes, la diversión.
La tercera adaptación de los libros de Michael Bond por fin llega a los cines en España, algo que ha costado bastante, pero que viene cargada de una trama muy interesante, ya que nos cuenta una historia de orígenes para saber mucho más de dónde viene o en que ambientes creció nuestro pequeño amigo.
Una película que cuenta con algunos cambios significativos con respecto a las dos primeras entregas; el primero es en la dirección. Las anteriores estaban dirigidas por Paul King, pero en esta historia, todo el peso y la responsabilidad recaen en los hombros de Dougal Wilson. Un director que tampoco tiene mucho recorrido en los largometrajes, pero que, dada esta situación, no se le puede reprochar ninguna pega ya que el resultado es excelente.



En esta ocasión, Londres pasa a un segundo plano para sumergirnos en la selva amazónica de una manera muy palpable. El osito Paddington, que ya es casi un icono estelar británico, convertido en patrimonio cultural para los ingleses, tiene que hacer frente a la desaparición de la tía Lucy; un acontecimiento que envuelve a toda la familia en un episodio muy intenso.
Cuenta con las participaciones de Antonio Banderas y Olivia Colman, dos actores de primera fila con una calidad en la interpretación de sus personajes muy lograda y trabajada. Bajo mi punto de vista, se nota que se lo han pasado como dos auténticos niños pequeños en este rodaje ya que se refleja en la pasión y la intencionalidad de las expresiones corporales.
Otro de los grandes cambios, y este sí que es bastante notable, es la sustitución de Sally Hawkings (‘La forma del agua’) por Emily Mortimer en el papel de la señora Brown. Un cambio que para los amantes de Sally Hawkings no creo que sea muy bien recibido.
En conclusión, esta tercera entrega está diseñada como producto audiovisual para atraer a un nuevo público a la saga Paddington. Una estrategia muy buena para tener nuevos seguidores en una saga que al principio pasó muy desapercibida, pero que, poco a poco, se está convirtiendo en una saga de culto con mucha ternura.


