‘María Callas’, la película biográfica sobre la vida de la cantante de ópera, llega el 7 de febrero a los cines de España. Un drama psicológico dirigido por Pablo Larraín, escrito por Steven Knight y protagonizado por Angelina Jolie.
‘María Callas’ es una película para lucirse. Tanto por la parte de Angelina Jolie, cuyo papel parece expresamente diseñado para ella como ganadora de un Oscar, como de la puesta en escena y todos los planos que acarrean las intenciones de Pablo Larraín de hacer un cine atípico.
Sin embargo, a veces da la sensación de que la historia no da más de sí y el propio director se siente obligado a recrearse en la imagen de su obra para hacerla todavía más densa. ‘María Callas’ cuenta la última etapa de la vida de la cantante, nada más, pero es más que suficiente para contar aquello que no mostraba en público aunque fuera evidente para los ojos de los perseguidores del sensacionalismo.


Es una película que muestra más de lo que realmente quiere contar y más allá de su grandilocuencia, Pablo Larraín se postula, una vez más, como uno de los mejores narradores de historias verdaderas que ha visto el cine. Porque busca ensalzar más -si cabe- la obra del artista defendiendo su vida como consecuencia del éxito y no al revés.
Da la sensación de que el papel de María Callas lleva a los límites a la propia Angelina Jolie en una etapa nada fácil de la vida de la cantante en la que se desboca para ser la que era. Jolie es capaz de encarnar la presencia en el escenario y la proyección de su talento.
Todo termina con imágenes reales de La Callas donde se la ve, eso sí, clara al público, riendo y con carácter simpático en un breve reflejo de cómo era, confrontándose a la dualidad que venía proponiendo su persona en las dos horas de metraje de ‘María Callas’.