‘Los Radley’: el equilibrio entre lo cotidiano y lo macabro

El género vampírico se vuelve a abrir paso en las salas de cine este mes de la mano de Euros Lyn, director de ‘Los Radley’, una comedia negra familiar que se distingue de los clichés de las historias de vampiros por tener un foco en la vida cotidiana, “normal” y humana de los protagonistas, cuyo objetivo es, en todo momento, vivir una vida normal a pesar de su naturaleza asesina.

La película, basada en los libros de Matt Haig, narra la historia de la familia Radley, formado por un matrimonio de vampiros que llevan una vida abstemia y sus hijos adolescentes, que desconocen el secreto familiar. Cuando aparece en ellos el instinto animal y la sed de sangre, toda la familia deberá trabajar en equipo con un invitado problemático que, más que ayudar a los adolescentes a llevar su vida de forma más discreta, pondrá a toda la familia en peligro de ser descubiertos, además de traer de vuelta tensiones no resueltas del pasado de los personajes.

Dentro de un ritmo ligero y burlesco, ‘Los Radley’ encuentra un equilibrio interesante entre lo cotidiano y lo macabro: las relaciones tan complejas que tienen entre ellos, sumados a un estilo de vida opuesto a su naturaleza, convierte toda la historia en una comedia de enredos en el que la familia tiene que ir apagando fuego tras fuego mientras hacen todo lo posible por no ser descubiertos, todo ello a la vez que luchan consigo mismos por mantener su abstención. Este enfoque introspectivo convierte a la película en una exploración de la adolescencia, la necesidad de encajar, la naturaleza oculta y oscura de las personas, las relaciones tóxicas e inclusive la lucha contra la adicción.

Los roles del actor Damian Lewis, quien interpreta a dos de los protagonistas, le dan precisamente el toque de humor sarcástico por el que destaca la obra. La versatilidad de su actuación por la naturaleza opuesta de sus personajes es uno de los puntos más curiosos y entretenidos. También, la relación de cada uno con el personaje de Helen, interpretado por Kelly MacDonald, le suma ironía a la película, que ya de por sí tiende mucho a este tipo de humor seco.

Al mismo tiempo, el sonido, banda sonora, vestuario, y el entorno de los personajes en general, tiene el poder de transportarnos a una atmósfera muy teatral que se convierte en el escenario perfecto para el humor tan seco por el que destaca la película.

Esta comedia se estrenó el pasado viernes 11 de octubre en las salas y, a pesar de estar dirigida a un público familiar, el contraste entre lo cómico y lo siniestro y la versatilidad, tanto en edad como en personalidad de los personajes, lo convierte en una obra disfrutable por cualquier perfil, especialmente el adolescente.