Hace casi cinco años, en julio de 2020, se publicó por primera vez ‘Kaijo No. 8’ en una revista online japonesa hasta que en diciembre de ese mismo año se editó en Japón su primer volumen. El manga contaba la historia de unas criaturas llamadas Kaiju que destruyen la ciudad y todo lo que se cruza por su camino. Debido a su éxito, se anunció una adaptación al anime en 2022 y el primer episodio se estrenó en su país natal dos años más tarde.
Y, como unas bestias tan grandes merecen verse a pantalla grande, este 9 de mayo llega a los cines españoles ‘Kaiju No. 8: Mission Recon’, un resumen de la primera temporada del anime seguido de un nuevo episodio original titulado ‘Hoshina’s Day Off’ en forma de prólogo cuya historia es un respiro que viene de maravilla después de una primera parte tan enérgica. ‘Kaiju No. 8: Mission Recon’ está pensada para ser disfrutada sin necesidad de haber visto nada antes, pero aquel público fiel a sus publicaciones se va a sentir bastante reconfortado porque la recopilación agrupa lo mejor del anime.
‘Kaiju No. 8: Mission Recon’ cuenta cómo Kafka Hibino, un limpiador de monstruos, se transforma en el Kaiju nº 8 tras unirse a las Fuerzas de Defensa, aquellas que luchan contra los Kaiju, poniendo en peligro su secreto.



No es la primera vez que vemos cómo Japón es invadido pon criaturas gigantes, pero lo que hace ‘Kaiku No.8: Mission Recon’ con esos monstruos es darle una vuelta de tuerca y ofrecer algo muy distinto a lo que habíamos visto hasta ahora. La primera media hora de la cinta es una oferta constante de intensidad narrativa con combates frenéticos bañados de sangre y vísceras que convierten a los Kaiju en las criaturas más poderosas de Japón que no hay ser humano ni grupo de ellos que consigan vencerlos.
El equipo de humanos que forman las Fuerzas de Defensa y el Monster Sweeper, encargados de acabar con los Kaiju y limpiar todo su rastro, respectivamente, son el verdadero alma de la película. Tanto sus habilidades de combate como su desarrollo en la película gracias al guion ofrecen esa cercanía con el espectador que aportan, muy de vez en cuando, ciertos chascarrillos que no la separan del tono del anime ni de su misión de que vuelva a salir el sol.


