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‘Frontera’: conocer el ayer para crear un mejor mañana

Dicen que aquel que no conoce su Historia, está condenado a repetirla. Por eso el cine, sobre todo en los últimos años, se ha dedicado a instruir a las nuevas generaciones en las crueldades sufridas durante el siglo pasado en nuestro país, recuperando así algunos relatos que acontecieron en tiempos más oscuros de los que vivimos ahora. Desde un punto de vista esperanzador, pues de nada sirve ahogarnos en los errores del ayer, muchos cineastas han dado voz a personas que, sin ser héroes ni pretenderlo, contribuyeron a hacer de este mundo un lugar más habitable en momentos en los que ser buena persona no se daba por hecho. ‘Frontera’, de Judith Colell, es un nuevo y eficaz ejemplo de ello.

Esta película, basada en el año 1943, cuenta la historia de un grupo de vecinos de un pueblo fronterizo en los Pirineos. Cuando la guerra azotaba Europa y Franco había bloqueado el paso de los judíos que huían de la represión nazi por España, Manel Grau, un funcionario con pasado republicano, decide desacatar las órdenes del caudillo ayudado por Juliana, una vecina del pueblo, y Jerôme, un pasador francés. Entre todos inician una cruzada para ayudar a huir al mayor número de judíos. Es entonces cuando Manel se verá atrapado en una peligrosa odisea que despertará en él y en su mujer Mercé grandes dilemas de la conciencia.

‘Frontera’ es un filme coral compuesto por intérpretes respetuosos e ingeniosos. Todos los personajes muestran una clara transformación que hace vislumbrar la humanidad intrínseca que nos compone como sociedad, independientemente de nuestras ideas o responsabilidades. Destacan por su brillante sencillez Miki Esparbé y María Rodríguez Soto, quienes componen un matrimonio lleno de dudas pero sostenido por el amor. Ellos no solamente luchan por sus ideales políticos y éticos, sino por mantener a su familia unida a pesar de las adversidades.

Este guion, escrito por Miguel Ibáñez Monroy y Gerard Giménez, entremezcla fantasmas del pasado con temas que están a la orden del día, demostrando así la universalidad de aquellas preocupaciones que llenan la mente humana. A ello se le suma el admirable trabajo de Judith Colell tras la cámara, quien combina emoción y lucha en una diversa e inteligente sucesión de planos. Con buen ritmo y toques de thriller, la cineasta compone, sin miedo, una película entretenida a la vez que educativa.

‘Frontera’ cumple todos sus objetivos. No solamente porque desprende calidad en sus aspectos técnicos e interpretativos, sino porque, además, lanza un llamamiento a la memoria histórica. El relato que se cuenta, seguramente desconocido para la mayoría de espectadores, nos abre los ojos a una realidad no tan lejana -pues, desafortunadamente, en 2025 el ser humano sigue construyendo barreras-. El público, que espero que sea de todas las edades, saldrá de la sala de cine conociendo algo más sobre sí mismos y, ojalá, con ganas de ser mejores personas.