‘Bala Perdida’: un pasatiempo entretenido y frenético

Si algo caracteriza a Darren Aronofsky es su versatilidad tras la lente. Él es capaz de surfear entre géneros cinematográficos con una facilidad y profesionalidad arrolladora, provocando que para el espectador sea imposible adivinar cuál será su próximo movimiento. Esta imprevisibilidad característica del cineasta es, una vez más, puesta en escena en ‘Bala Perdida’ , su nuevo thriller con toques cómicos.

Situada en el Nueva York de los años 90, la película narra la historia de Hank Thompson -interpretado por Austin Butler- , un treintañero corriente que vive en la Gran Manzana. Su vida da un vuelco el día en el que, al volver a casa del trabajo, su vecino le pide que cuide a su gato durante unos días. Es entonces cuando Hank, inesperadamente, empieza a ser perseguido por varios grupos de gánsters que buscan algo que ni tan siquiera él sabe que tiene.

La película -que de primeras no presenta una trama apasionante- funciona muy bien gracias a su falta de pretensiones; es decir, no busca ser más que lo que verdaderamente es: un pasatiempo entretenido y frenético. La visión del filme por parte del director es clara, lo que provoca que tanto los aspectos técnicos como las interpretaciones caminen en una misma dirección, creando la atmósfera adecuada para mantener al espectador pegado a la pantalla.

Austin Butler lidera un elenco lleno de grandes veteranos de la industria -a quienes, por motivos cuestionables, se les une Bad Bunny- con una destreza y magnetismo despampanante. Él construye una relación clara junto a cada personaje secundario, especialmente Zoë Kravitz, con quien tiene una química electrizante. Butler no solo saca a relucir un amplio abanico de emociones, sino que además logra dar trasfondo a un personaje que, en manos de otro actor, fácilmente podría haberse quedado muy plano.

A todo ello se le suma una fotografía cuidada y un guion repleto de momentos ocurrentes, creando así un balance gamberro y urbano que, estéticamente, le queda muy bien al filme.

A pesar de tener un desenlace flojo en comparación con su elocuente desarrollo, ‘Bala Perdida’ merece la pena porque apuesta por la bondad en un mundo de violencia. No se trata de una película memorable, pero sí muy disfrutable -lo que, en el mundo en que vivimos, me parece más que suficiente-.